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PENSAMIENTOS QUE SALEN DE MÍ, A TRAVÉS DE MIS DEDOS...

Intentando dar un respiro a mi mente... Desde aquí quiero compartir mis relatos con vosotros. Las ilustraciones, casi todas son descargas de Internet. Si alguien las siente suyas que me lo haga saber y las retiraré. Los textos están bajo licencia SafeCreative, si alguien quiere copiarlos que me lo haga saber y gustosamente se los cederé.


24 de agosto de 2009

BESTIA


Tras el imponente frío, tengo fugaces recuerdos del calor de aquella hoguera acogedora. Llamaron a la puerta pidiendo disculpas por lo inusual de la hora, pero requerían mi presencia. Aquella maldita bestia los tenía en vilo sin saber que hacer, pensaron que mi descendencia india les iría bien. Recuerdo aquella noche, cada día; vientos helados del norte acuchillaban mi casaca, en vano intentaba cerrarla más. Nos hacíamos paso entre la pesada nieve, y allí estaba, en lo más profundo del bosque. Nos esperaba, atrincherándose entre sus patas delanteras, y tintado de rojo por la sangre de su última res. Sabiéndose acorralado, nos enseñó sus armas, zarpas cómo cuchillos y dientes cómo puñales.

El odio que recorría sus venas se hizo visible en el haz de sus pupilas. Atravesándome hasta el aliento, algo en aquel instante dejó de vivir en mi alma, ni el mismísimo diablo, se hubiera atrevido a desafiarlo.

Mi escopeta apuntaba al gélido corazón, viéndose amenazado, soltó un rugido que desgarró la montaña. Saltó sobre mí y pude sentir su aliento babeante sobre mi cara. Perdonándome. De un brinco salta hacia la espesura de la montaña.

Llaman a la puerta, piden disculpas…mi descendencia india me impide contestar.

21 de agosto de 2009

Los años Mágicos.

Y de siempre me decían que si me dormía pronto, las hadas y duendecillos me visitarían. ¡La verdad! ¿Quién se iba a creer aquello? Pero bueno, ¿Para que entrar en conflictos con aquellas mujeres que se hacían cargo de mí? Todo fue muy inesperado, aquel hombre que me llamaba hija, me dijo:
Ahora vuelvo Alice, no te muevas de aquí.
Fue salir por la puerta, y entrar las solteronas Stevens. No me hizo ninguna gracia que la más anciana me besuqueara. Mientras, la más joven rompía en llanto, a la vez que iba anunciando por toda la calle, la que les había caído encima.
Bueno yo estaba tranquila, en ningún momento me había tirado encima de ellas, así que aquella no era yo.
Los días pasaban muy deprisa, y poco a poco, me fui olvidando de aquel hombre que me llamaba hija.
Las hermanas Stevens, lentamente se iban acostumbrando, a tener en su casa una persona no mayor de cincuenta. Pero… me parece, que no les hizo mucha gracia, que atara el rabo de su perra. La perra se llamaba Calamidad, y debía tener casi la misma edad que ellas. ¿Pero cómo no le iba atar el rabo? Desde el primer día que llegué, tuvimos conflictos. Se vio destronada por mí, y siempre me esperaba en las esquinas de los pasillos para enseñarme los dientes, así que decidí tenderle una emboscada. Un día que dormía placidamente en su trono destronado, me acerqué lo más sigilosamente que pude y le até la cola a la pata de la mesa. Cuando oyó que me acercaba por el ala contraria del pasillo… ¡el estruendo de la vajilla de cristal fue descomunal! Ahora siempre mira antes de levantarse.
Al fin Calamidad se dio cuenta que era mejor unirse al enemigo, que luchar contra él. Desde entonces nos hicimos compañeras inseparables, íbamos siempre juntas. Un día, salimos a pasear, cómo de costumbre. ¡Claro está! al paso de Calamidad. La pobre ya no estaba para muchos trotes.

Pasamos junto al lago, el cual, las hermanas siempre me advirtieron, que no me acercara mucho a su orilla. Que no me dejara embaucar por sus limpias y cristalinas aguas. Que aquel lago estaba maldito. A lo largo de los años, ya me había acostumbrado a las costumbres y razonamientos esotéricos y mágicos que tenían “las Stevens”.
Nunca las cuestioné, aunque yo tuviera mis propias ideas; era algo más en la vida, con mis progenitoras.
¿Dónde se ha visto que un niño, le haga caso a un mayor? Cómo podéis imaginar, el agua era fresquísima. Así que nos subíamos a la barca abandonada, que yacía en la orilla. Yo solía imaginar que éramos aventureros que surcábamos los océanos, mientras Calamidad hacía grandes esfuerzos por tenerse en pie.
Aquel día oscureció antes de lo habitual, la tormenta que se presagiaba, hizo escurecer el cielo. Y sin darnos cuenta, estábamos corriendo para volver a casa, por supuesto llegaríamos empapadas, ya que el paso de Calamidad no era el más adecuado para correr. Me llamó la atención aquella casa, que tantas veces había observado por el rabillo del ojo, (la verdad es que era tan tenebrosa, que era incapaz de mirarla abiertamente) había luz en su interior, pareciéndome percibir la silueta de una persona.

Continuara…
Con la colaboración gráfica de Carmen, blog: Un sitio diferente.
Safe Creative #0911234955052

16 de agosto de 2009

NACIMIENTO DE: !CUÉNTAMELO, OTRA VEZ!


Os presento el blog de cuentos(aún sin entradas), !CUENTAMELO, OTRA VEZ! Es una iniciativa que se me ha ocurrido, con la participación de todo aquel que quiera.
Solamente me tenéis que remitir el cuento que queráis, y yo sin más lo publicaré. Las únicas exigencias por mi parte, es que su contenido sea tanto infantil cómo juvenil, que tengan una extensión máxima de un folio(DIN A4). La forma de enviarlo es mediante documento word, a mi dirección electrónica dentro de un archivo.

!Así que os espero!


P.D. (A ver si funciona). Por supuesto que pondré todo dato personal, que me solicitéis. Un saludo.