Ante la espeluznante mirada del ser que me atormentaba, estabas tú. Allí, sin mover ni un flexible músculo de tu cuerpo, regocijándote ante lo dramático de la escena.
Tú, que me habías jurado amor eterno. Hoy te clama la venganza. ¿Hasta qué punto me llegas a odiar? Por aquel insignificante error que cometí. Somos humanos, aún no existe la perfección entre nuestras cualidades.
Te miro buscando un simple gesto de clemencia, pero sigues ahí, inmutable; sin comprender aún, que tú también te equivocas.
Es tarde. Tengo frío. El sueño se apodera de mí, soñaré que eres perfecto. Esa oscuridad... me abriga confortablemente. Soñaré que somos perfectos...
Te contestaré primero a la duda gramatical que dices tener con respecto a la expresión "so pena".
ResponderEliminarEs correcta su utilización, y, por supuesto, su existencia.
Su significado, tal y como puedes comprobar en el DRAE, bien buscando la palabra "so" (cuyo significado es "bajo") o la palabra "pena", es el siguiente:
so ~.
1. loc. adv. Bajo la pena o castigo adecuado. Frase conminatoria, hoy anticuada.
En cuanto a tu entrada; la historia resulta aterradora y, sobre todo, de una resignación palmaria, por aquello de buscar refugio en la oscuridad del sueño.
Un saludo.
A veces a quien más se quiere es a quien más se puede odiar, son las cosas del corazón...
ResponderEliminarQue sepas que te escribo desde el móvil, para que luego digas... :)
Soñar siempre es para del deseo y la vida..
ResponderEliminarMe gusto mucho
Un abrazo
Con mis Saludos fraternos.-
Amores imposibles, intentando perdonar algo insignificante, siempre hay que echar una mirada atrás y saber perdonar...
ResponderEliminarGracias por vuestras palabras.Saludos.
Buena entrada...seguimos reflexionando... "del amor al odio hay un paso", eso se dice, "quien bien te quiere te hará llorar", también se dice...
ResponderEliminarY que no hay nadie prefecto también lo tendriamos que saber. Y el saber perdonar en una virtud. También hay que reconocer el error, y hay muchas clases de errores...algunos imperdonables.
Un besico y gracias por escribir cosas como estas...
Hay cosas que se perdonan pero nunca se olvidan y es como sino se hubiesen perdonado ...
ResponderEliminarBesos
Asomaba a sus ojos una lágrima
ResponderEliminary... mi labio una frase de perdón;
habló el orgullo y enjugó un llanto,
y la frase en mi labio expiró.
Yo voy por un camino, ella por otro;
pero al pensar en nuestro mutuo amor,
yo digo aún: ¿Por qué calle aquel día?.
Y ella dirá: ¿Por qué no lloré yo?.
Es cuestión de palabras, y, no obstante,
ni tu ni yo jamás,
después de lo pasado convendremos
en quién la culpa está
¡Lástima que el amor un diccionario
no tenga donde hallar
cuando el orgullo es simplemente orgullo
y cuando es dignidad!
De Bécquer
Hoy te odia..... ¿te quiso antes realmente?.
ResponderEliminarRedeu
Un odio así, sólo se pudo dar en alguien que amaba a quien quería no a quien realmente era.A veces amamos sin saber a quien amamos.Ama por quien eres, no por lo que eres.Saludos.
ResponderEliminarUna trágica realidad muy bien plasmada aquí, un excelente texto te felicito
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