Me podía haber imaginado muchas
cosas, pero la verdad…ni tan siquiera en el más perfecto de mis sueños, o
¿tendría que decir realidad? Es bastante complicado intentar distinguir lo que
es realidad o no. Sé que no lo soñé, pero tampoco me atrevo a decir que
realmente pasó.
Cómo siempre bajé a la taberna a tomarme un
Tom Collins. Yo solía recorrer el local como de costumbre. Si, lo sé, una
costumbre tonta, quien me viera por primera vez, pensaría que era el vigilante
del local. Me senté en aquel taburete tan particular, que hacía que me colgaran
los pies, y me dispuse a pasar una noche más, sin ningún acontecimiento
especial.
Desde el primer momento me fijé en
ella. Joven, divertida, y encantadora. La verdad, no sé cual fue el paso
inicial para entablar una conversación. Reímos durante toda la noche, las
anécdotas se sucedían una tras otra, a cual más divertida e interesante. Nuestras
miradas se cruzaron. Alguna cosa nos decía en aquellas furtivas miradas, que el
destino o tal vez la casualidad, concebía que nos uniera la magia.
Magia que… tal vez no existía, o
que tal vez era tan poderosa, que se encaprichaba con nuestra pequeña osadía.
En un momento de tan fugaz energía,
miradas cruzadas en rebeldía, instante apocalíptico, energía
explosiva…conociéndonos sin saber quienes éramos, a la vez que intimábamos.
En aquella lujosa habitación de
matices de la sabana africana, del hotel Mi Norte. Todo parecía
diferente…Olores delicados se mezclaban con su piel, tersa y suave. Tal vez
fuesen aquellos perfumes africanos, tal vez fuese el deseo que poco a poco se iba
desbocando entre ellos. Primero, unos suaves encuentros, pequeños besos robados,
que poco a poco, se fueron convirtiendo en descontroladas fusiones entre
cuerpos. Sudorosas idas y venidas. Aullidos, gruñidos y mugidos, haciéndose
enloquecer de fervor.
Horas más tarde, cuando él
despertó, yacía en una cama fastuosa, y vacía. Gusta de imaginar que fue la
magia quien los unió en tan fugaz cruzada.
Sin saber donde le lleva el
destino, cada tarde bebe un Tom Collins.
Brindemos pues con un Tom Collins:
ResponderEliminarEl mío con doble de ginebra esta noche.
Al fin y al cabo mi cama seguirá igualmente vacía...
Bueno,bueno,bueno,eso serás por que quieres...
ResponderEliminarUna noche magica,llena de encanto....No es de extrañar que cada tarde beba su Tom Collins...gracias amigo un abrazote
ResponderEliminarMaais...gracias, y si, bebe su Tom Collins...esperando que vuelva a ocurrir.Un abrazote.
ResponderEliminarLa magia presente en cada instante importante...para recordar.
ResponderEliminarMi beso.
India.
Iba a cerrar mi ordenador para irme a dormir cuando me encuentro con un mensaje que me trae hasta aquí... pues tengo que decir .. que ya no me esperaba más del día.. pero me voy con una sonrisa, me ha encantado el relato ..y me quedo con la duda de saber si es real o solo un pensamiento .. en Mi Norte.. todo puede ser posible.. muchas gracias
ResponderEliminarCristina (propietaria de Mi Norte)
http://www.wix.com/hotelminorte/hotelminorte
La magia siempre es importante India...Beso.
ResponderEliminarPues si Cristina...por la pasión del hotel seguramente todo es posible,y lo si es real o un pensamiento...dejemos que se quede ahí...Saludos
ResponderEliminar