DÍA DE...

Un calor sofocante invade el ambiente. Refrescas tu cuerpo en el agua pura y cristalina del mar.

Te hundes en él, y sientes un reconfortante alivio, cómo si alguna vez hubieras pertenecido a ese mundo.

El éxtasis desaparece cuando resurges, y el cálido sol, reseca tu piel. Diminutos cristales de sal se adhieren a ella, intentando disolverse en tu interior.

Gritos ensordecedores disfrutan, de lo que ya se adivina, cómo un retorno a los orígenes.

Leen, cantan, gritan; conversan... en la lejanía,

un grillo oculto en algún arbusto, pone música de fondo.

Al atardecer el sol, ya hace horas que reseca las pieles de los extasiados. Agotados por el frenesí, se lanzan al agua en un intento de retornar a la frescura temprana de la mañana. Es tarde.

Los últimos miran el gran invento del hombre, esperando que haya dejado de funcionar.

Irremediablemente funciona.

El pequeño retoño, mira cansado desde la ventanilla, exhausto y pensando por que no vive allí.

!TONTOS!

¿Que edad tengo?¿Eso importa?

Puede que tengan razón, y no sea normal que me comporte así.

Pero...¿que me importa a mi? No hago daño a nadie. Ni entro en discusiones de estereotipos.

¿Será por eso que me llaman loco? Puede.

!Y qué! Me rio yo, de su cordura.

A más, !no los entiendo! !Tontos!

Cuando los recibo, les muevo la cola y son felices. Les salto y rien, pongo cara triste, y me acarician.

¿Loco? !Tontos!

MI HOGAR

El día era triste, me asomé por la ventana, por la que tantas veces la había visto brillar.

La habitación estaba desierta, un escalofrío desagradable me recorrió todo el cuerpo.

No sé el por qué, mis pies se habían dirigido hacia la casa, aquella fría mañana. Los recuerdos se agrupaban en mi cabeza sin un orden establecido. Algunos alegres y acogedores. Los últimos...”esos”, los intentaba bloquear, pero aún me bombardeaban más la mente.

Sabía que a la casa le quedaba poco, la había comprado una constructora, para levantar un hormiguero de “alto standing”. Recuerdo el último día... Dios mío, que vacía se quedó, cuantos recuerdos se quedaron. Un sentimiento de angustia recorre mi garganta.Hoy por hoy, el hormiguero se levanta imponente, pero mis recuerdos solamente perciben quien me vio crecer.

FIELES AL ORIGINAL

Escritura. Algunos podrían decir que de poco sirve, sabemos que no es así.

Descubrimiento, invento, o sabiduría; define cómo quieras. Forma de expresar y comunicar lo que sientes.

Inmortalizas tus pensamientos o ideales. Hace poco leí en un articulo(suelo leer cosas inmortalizadas en papel) que las nuevas tecnologías cómo: discos duros externos, pendrives, cds, etc. Estaban acumulando libros digitalizados, pensamientos en la red, artículos, etc.

Pero... somos tan tecnologicamente "inteligentes" que, hasta hace poco escuchábamos en el ya desaparecido "tocadiscos"nuestras músicas preferidas en disco de vinilo, hoy en día obsoleto.

No hay soporte para escuchar el disco de plástico¿Que quiero decir con esto?

Señores míos, creemos que nuestros escritos y "pensamientos" están a salvo en un pendrive¿Hasta cuando? De aquí unos años, no habrá soporte capaz de leer nuestras memorias.

Aunque... si volvemos a nuestros antepasados, hallaremos la solución. A no ser que por una desgracia tengamos un incendio. Me estoy refiriendo al papel.

Máquina de escribir, impresora, o !por que no! un simple bolígrafo. Todo ello

nos ayudará a conservar nuestros "escritos" a través del tiempo.

SUEÑOS DE EGIPTO

Raquel había estudiado Egiptología. De siempre le habían fascinado las Pirámides de Guiza, la monumental Gran Esfinge, Los Templos de Lúxor y Karnak, y el Valle de los Reyes, por mencionar algunos.

Soñaba con realizar expediciones, a la búsqueda de algún nuevo descubrimiento. Así que, cuando entró en el Museo Arqueológico Nacional, con una plaza fija; nunca se hubiera imaginado que la desterrarían a los sótanos. Allí se apilaban multitud de estatuillas, papiros, etc. sin gran relevancia. Su trabajo consistía en clasificarlos para luego guardarlos en cajas que nunca verían la luz.

Bajo la atenta mirada de, una de tantas otras estatuas de Ramsés II, Raquel se pasaba los días sin ver la luz solar.

Se levantaba de madrugada, y llegaba a casa, cuando las farolas de la ciudad hacía rato que iluminaban las calles. Los fines de semana estaba tan cansada, que se los pasaba durmiendo.

Aquel día, dio gracias a la diosa Renenutet; por hacer que el becario de turno no apareciese por el museo. Así, le encargaron que fuera a buscar unos documentos, a la Embajada De La Republica de Egipto.

Pensó que iría a pie, hacía tanto tiempo que no recorría la ciudad a la luz del día. Ya de regreso, mientras caminaba, se fijó en aquella espesura verde.

¡Dios mío, si son los Jardines del Buen Retiro! Ya ni me acuerdo de la última vez que estuve aquí.

Decidió, que antes de volver a las catacumbas del museo, se sentaría un rato en el parque.

Era ya tarde, el sol amenazaba con desaparecer, pero aún tuvo tiempo de regalarle una caricia. Mientras, la dama de noche hacía de las suyas en su olfato.

Raquel empezó a recordar lo bien que se sentía al aire libre. Y cerrando los ojos, pronunció:

Necesito unas vacaciones...

Ya en la puerta del museo, decidió que se las pediría al director. Hacía años que no las tenía, así que, no podía negárselas. Al entrar por la puerta, se dio cuenta de la cruda realidad. Era casi imposible, ya que el museo tenía una frenética actividad.

¡Raquel, los informes! Aquí los tiene, director.

Le decía mientras le recorría un aire depresivo.

_Esta chica... Me parece, que ya sé quien me acompañará en el viaje a Egipto.!Sí, eso la animará!

SOSIEGO

Calor primaveral. Hormigas despertándose tras un frío invierno.

Las aves lucen flamantes sus mejores vestidos, intentando atraer a la preciosa hembra.

Los insectos recorren las flores más vistosas, en busca de su maná; y estas a sabiendas, se valen en un inocente intercambio.Una familia recorre los parajes, respirando aire y sosiego. Los niños corren y juegan, los padres más rezagados; se miran, no hablan. Intentan retener ese momento, algo les distrae, son los niños.

La chicharra expande su música, el atardecer llega. El cielo oscurece por momentos, una gota cae sobre la infatigable hormiga, las aves buscan cobijo bajo el viejo olmo. Los insectos paralizan su trabajo, mientras las flores quedan cubiertas de una fresca capa de agua.

La feliz familia corre, mientras, los niños juguetean con los cristalinos charcos.