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PENSAMIENTOS QUE SALEN DE MÍ, A TRAVÉS DE MIS DEDOS...

Intentando dar un respiro a mi mente... Desde aquí quiero compartir mis relatos con vosotros. Las ilustraciones, casi todas son descargas de Internet. Si alguien las siente suyas que me lo haga saber y las retiraré. Los textos están bajo licencia SafeCreative, si alguien quiere copiarlos que me lo haga saber y gustosamente se los cederé.


5 de octubre de 2009

Los años Mágicos(IV)


Es extraño cómo recuerdo aquellos días, con nostalgia. Pero aún hoy, tengo la extraña sensación de que alguien vigila.


Alice volvió a casa, sin saber el tiempo que había permanecido en aquella mansión. Era la primera vez que veía a Calamidad por delante de ella. Al abrir la puerta, encontró a las hermanas esperando una respuesta, por la ausencia a la hora del almuerzo. Era media tarde. Marta al ver la cara que traía Alice, le preguntó alarmada:
¿No me digas que has estado en la casa?
Alice rompió a llorar, no pudiéndose contener la confusión que la inundaba. Intentado exculparse, por lo inusual de la hora, les explicó que había ido al pueblo; entreteniéndose sin reparar en la hora.
Pasó el resto de la jornada, preguntándose cómo demonios había llegado a aquella habitación. No lo había soñado, claro testimonio era el gran chichón que predominaba en su cabeza.
Pasaron los días, y no volvió a ver a nadie en las cercanías de la mansión. Pensó, que Marta tenía razón, y que sólo fue un vagabundo buscando cobijo. Por aquel entonces, Alice, se había echo amiga del menudo de los Willians. Ben. Todo lo que tenía de pequeño lo tenía de tremendo. Pero habían echo buenas migas.
Una tarde, que estaban aburridos tirando piedras al lago, Ben propuso de entrar en la mansión. Alice, toda orgullosa, insistió que ella ya había estado en el interior. A lo que el pequeño rapaz contestó, que así seguro que  no le importaría en hacer una nueva visita a la casa. Alice envalentonándose,  contestó que cuando quisiera.
¡Pues vamos ahora! Gritó el pequeño rapaz.
Al llegar a la entrada principal, las piernas les temblaban. El pequeño se agarró a la camiseta de Alice, en una acción para sentirse protegido. La puerta no parecía cerrada. Alice la empujó, poco a poco sin saber que se encontraría en el interior. Aquel chirrido que producía convenció a los pequeños de, que si alguien habitaba la casa, ya habría sido avisado.
Sintió aquel olor, que había reconocido de la última vez. Extrañamente placentero, que te inundaba los sentidos, haciéndote sentir bien: esto aún desconcertaba más a los pequeños. Lo más normal sería que aquella casa, apestara a polvo y moho.
La puerta precedía un salón. En el centro de la estancia, una majestuosa escalera lo dominaba.
Ben, sin soltarse de Alice, tragó saliva al contemplar la grandeza del lugar. Aquella casa contrariamente a parecer deshabitada, estaba limpia cómo si un batalló de sirvientes hubiera pasando arrasando todo signo de suciedad. Los muchachos achinaron los ojos, por el resplandor de la limpieza. Empezaron a subir las escaleras sigilosamente en espera de oír el más mínimo sonido. Ya en el piso superior, a Alice le pareció oír un hilo de música, procedente de la habitación que presidía aquel largo pasillo.
Ben, enganchado a Alice, cómo si de una prolongación de su brazo se tratase. Comenzó a sudar. Mientras se quitaba aquellas gotitas  frías de la frente, no le quitaba ojo a los cuadros que colgaban; retratos de personajes de otra época, que te seguían con la mirada. Conforme iban avanzando, escoltados por aquellos personajes, la música se hacía más nítida.

Aquella puerta, cada vez más grande, mientras yo parecía que empequeñecía a cada paso. Ben no me soltaba, podía sentir aquel sudor frío, mientras me empapaba la camiseta.
Y aquella música…cada vez se oía más fuerte.

Continuará…





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4 comentarios:

  1. Flipe, colega. Esto se pone interesante. Y aquella música...
    Saludos!

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  2. Claro que continuará, tengo un montón de ideas para Alice.Saludos.

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  3. Ainssss...cuanta angustia...yo q esta xica estaria en estress continuo jajajaja...a ver q pasaaaa!!!

    Saludos de la chica q sube escaleras.

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