Les expliqué a las hermanas Stevens lo que me había parecido ver. Y Sonia, la más pequeña empezó a correr de un lado a otro de la casa, con los brazos en alto y gritando la desgracia que les había caído encima.
Calamidad se la miraba indiferente, mientras corría por el pasillo. Yo miraba a Marta, pidiéndole una explicación sobre aquella reacción.
Al principio no quería hablar sobre aquella casa. Pero al ver, que yo la seguía insistentemente por toda la casa, no le quedó más remedio que explicarme lo que había ocurrido en aquella casa.
Seguramente lo que viste, no fue más que un vagabundo refugiándose de la tormenta.
Me dijo Marta para tranquilizarme. ¿Entonces por qué va Sonia corriendo cómo si estuviera poseída?
Viendo Marta que no había manera de convencerme, me explicó que las malas lenguas decían que estaba poseída, que ocurrían cosas que se escapaban al sentido racional y común.
¿Cosas, que cosas?
Decían que muchos habían escuchado voces. Y luces que se encendían y apagaban en medio de la noche.

Continuara…
Pero , por qué nos das tan poco?
ResponderEliminarUn beso
Pues por qué así la cosa es más intrigante,¿no te parece,Carlota?Un beso.
ResponderEliminarNos dejas ahí expectantes... jeje
ResponderEliminarPromete, así que esperaremos a ver qué pasa con este ser que hiela sangres...
Un saludo indio
Oich q mieditooooo!!!
ResponderEliminarSaludos de la chica calamidad,jiji
Eres malo... sonrío.
ResponderEliminarEsperaré, qué remedio!
Besos, Hydro, en vilo me tienes.
Mmmmm, que miedo...que pasará?ejjejeej.
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